River y Nacional disputan la Copa Suramericana |
Amigos y poco asiduos lectores de
esta columnia, iniciaré diciendo que, como en muchos temas, Colombia es un país
con muy poca historia futbolística, y me atrevería a decir con toda seguridad,
que a nivel de clubes en torneos internacionales suramericanos, ha sido hasta
diciembre 6 de 2014 un verdadero fiasco.
De nueve finales de Copa Libertadores de América con equipos colombianos como Deportivo Cali, América, Atlético Nacional, Once Caldas, solo se ha ganado en dos oportunidades. Y de una final de Copa sudamericana, los equipos colombianos no han ganado ninguna.
De nueve finales de Copa Libertadores de América con equipos colombianos como Deportivo Cali, América, Atlético Nacional, Once Caldas, solo se ha ganado en dos oportunidades. Y de una final de Copa sudamericana, los equipos colombianos no han ganado ninguna.
A excepción de la primera final
jugada por el Deportivo Cali, que no la vi por mi escasa edad, he visto todas y
cada una de las demás finales, y en todas he hecho muchísima fuerza para que el
equipo colombiano se alce con el título, independiente de que parte del país
sea. Sencillamente es un equipo colombiano y punto.
Pero al ver ahora en las redes
sociales tanta friega, tanta crítica y tanto Bullying -por utilizar un término
de moda- entre hinchas de este mismo país, al ver la ola de violencia entre
barras en un mismo estadio hasta llegar a separar las barras porque no pueden
ver un partido juntos, al notar que se están matando por una camiseta, por un
resultado, percibir la intolerancia extrema entre unos y otros que parece que
destilara un odio visceral, escuchar al Deportivo “Casi”, “Aberica”, Atlético “Narconal”,
los continuos matoneo entre regiones, que “el rolo es un cachaco frío”, que “el
costeño es un corroncho flojo”, que “el paisa solo pone panaderías”, que “el
caleño es solo traqueteos”, que “el pastuso es tonto”, después de toda esa barbarie,
cómo pretendemos aplicar esa utópica frase que un club colombiano, llámese como
se llame, representa a un país.
Los mismos clubes, deben jugar
simultáneamente los torneos tanto local como internacional, nadie cede un fecha
para hacer más fácil su competición, y lo peor he visto como personas de una
misma ciudad se alegran con la derrota del otro equipo de su ciudad y hasta
hacen fiesta, parrandas, aparecen lo que es muy argentino; las famosas
cargadas.
Y hablando del fútbol argentino, ¡OJO!,
ellos si tienen muchísima historia en el fútbol, no alcanzaríamos en muchas
columnias a enumerar sus incontables títulos y es por ello, que se dan el lujo
de no permitir aplicar HOY que ningún club representa a su país, cada hinchada
alienta por su equipo y punto. Se dejan de esa doble moral y solo alientan al
equipo de sus amores. Tema que no comparto pero lo respeto. Y trayendo a
colación que el pasado miércoles 3 de diciembre se jugó el primer partido de la
final Sudamericana 2014 entre Atlético Nacional de Colombia y River plate de Argentina,
vi un estadio repleto en su mayoría por hinchas de Nacional, y un número
considerable de hinchas de River. Y ¡oh sorpresa! cuando noté que esa hinchada
de River era en su mayoría colombianos seguidores del equipo de la banda
cruzada.
Hinchas del equipo de la banda cruzada esperan salir campeón de la Copa en el Monumental. |
Hoy escucho en las tiendas de
barrio, hinchas madridista, culé, bosteros, gallinas, etc etc etc. Ronaldistas, Lionelista y -tres grandes puntos
suspensivos- formando las más encarnizadas polémicas por clubes y jugadores que
de vaina conocen una foto del jugador y pronuncian hasta mal su nombre,
desconocen la historia del club, sus logros y aún más, si un jugador colombiano
que no es de su preferencia llega a ese club, inmediatamente ya ese no es el
club de sus amores.
Y ya para finalizar, antes del
mundial escuchaba a algunos decir que nuestra máxima figura para el mundial,
Radamel Falcao, era un paquete, que el técnico Pekerman era un rosquero, y que
James era un agrandado. Señores ¿y así me quieren que les crea?
Sin conocer el resultado, al final, pasarán
dos cosas; algunos se alegrarán con la victoria, y muchos se divertirán con la
derrota.
Respuesta: mi
nacional es Colombia en la copa.
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